o ¡te llamamos gratis!
Antes de ver cómo abrir un candado sin llave, es importante entender que esto le puede pasar a cualquiera. Desde Bambai no hablamos de hacer nada raro, sino de salir del paso cuando el candado es tuyo y no hay otra forma de abrirlo.
Hay muchos momentos en los que puedes necesitar saber cómo abrir un candado:
Hay que dejarlo claro: abrir un candado que no es tuyo y sin permiso es ilegal. Este artículo está pensado solo para ayudarte cuando:
Si quieres saber cómo abrir un candado sin llave, lo primero es tener claro qué tipo de candado tienes delante. No todos funcionan igual, y según el modelo, puede que un método te sirva o no.
Es el más típico: un candado metálico que se abre con una llave plana. Se usa mucho en taquillas, bicis, trasteros o maletas. Si pierdes la llave, hay formas de abrirlo con cosas que tienes por casa, como clips, ganzúas caseras o una lata de refresco cortada.
Estos no llevan llave, sino un sistema de ruletas con números. Los verás en mochilas, gimnasios o cajas pequeñas. Si no recuerdas el código, se pueden abrir probando combinaciones o usando algo de oído y tacto para notar el clic cuando está en el número correcto.
Son más resistentes y están pensados para proteger cosas más importantes: garajes, cadenas de motos, puertas exteriores, etc. Algunos llevan sistemas que evitan que se puedan forzar con ganzúas.
Si estás buscando cómo abrir un candado sin llave, hay varios métodos que puedes probar en casa. Eso sí, solo deberías hacerlo si el candado es tuyo o tienes permiso para abrirlo. Forzar un candado ajeno no solo está mal, sino que es ilegal.
Este método sirve para candados normales, de los que se abren con llave. Necesitas dos clips o dos horquillas. Uno lo doblas en forma de L para hacer presión dentro de la cerradura. Con el otro vas tocando los pistones del interior hasta que vayan encajando y consigas girar el mecanismo.
Este truco es útil en candados de lengüeta, como los que se usan en mochilas, taquillas o maletas. Recorta un trozo de lata en forma de U pequeña e introdúcelo por la parte del cierre, entre el arco del candado y el cuerpo. Al hacer un poco de presión, la pestaña interna cede y se abre.
Puedes hacer una ganzúa con un clip, una aguja rígida o una hoja de sierra fina. La idea es crear una punta que te permita mover los pistones del candado, mientras con otra herramienta haces presión para simular el giro de la llave.
Como última opción, si no hay manera de abrirlo y necesitas acceder sí o sí, puedes usar una palanca, un cortafríos o incluso una sierra. En candados grandes o reforzados, podrías necesitar una radial o un taladro.
Existen kits de apertura específicos que usan cerrajeros y personal cualificado. También se venden por internet, pero no son juguetes, y no siempre es legal usarlos si no eres profesional.
Si estás buscando cómo abrir un candado sin llave, lo normal es que estés en una situación un poco apurada. Pero ojo, no todo vale. Hay cosas que es mejor no hacer si no quieres acabar rompiendo algo, haciéndote daño o metiéndote en un lío.
Uno de los errores más comunes es intentar abrir un candado a lo bruto. Tirar fuerte, golpear o meter cualquier cosa sin saber lo que haces suele acabar mal:
En internet hay muchos trucos para abrir un candado sin llave, pero algunos son peligrosos o directamente inútiles:
Parece obvio, pero conviene recordarlo: si el candado no es tuyo o no tienes permiso para abrirlo, no lo toques. Abrir un candado ajeno sin autorización es ilegal y puede traerte problemas serios.
Por mucho que intentes buscar formas de abrir un candado sin llave, hay situaciones en las que lo más inteligente es dejarlo en manos de alguien que sepa. No todo se puede arreglar en casa, y muchas veces, intentar forzarlo por tu cuenta solo complica más las cosas.
Hay candados pensados para que no se abran fácilmente, como los que se usan en puertas de acceso, cadenas de moto o trasteros. Si te lías a probar trucos caseros con uno de estos:
A veces, el problema no es tanto el candado, sino lo que hay detrás. Si está cerrado algo que no quieres dañar (una puerta, una taquilla, una verja…), mejor no jugártela.
Un cerrajero puede abrirlo sin romper nada, mientras que tú, con un mal golpe o una herramienta que no toca, puedes dejarlo peor de lo que estaba.
Si el candado está vinculado a una instalación de seguridad o forma parte del equipo que protege tu casa o tu negocio, lo suyo es contactar con tu empresa de alarmas.
Está bien saber cómo abrir un candado sin llave si te ves en un apuro, pero lo ideal es no tener que pasar por ahí otra vez. Perder la llave de un candado es más común de lo que parece, sobre todo si lo usas poco o lo dejas cerrado durante mucho tiempo. Aquí van unos consejos prácticos para evitar que te vuelva a pasar.
Puede parecer una tontería, pero mucha gente solo tiene una llave. Haz una copia y déjala en casa, siempre en el mismo cajón o caja donde guardes las cosas importantes. También puedes dejar otra a alguien de confianza, por si un día la necesitas y no la encuentras.
Si tienes varios candados, lo más fácil es que acabes mezclando llaves. Usa una etiqueta o márcalas de alguna forma para saber qué llave va con cada candado. Así no te vuelves loco buscando ni pierdes tiempo probando.
Si usas un candado con código, guárdate la combinación en una nota del móvil o en una app de contraseñas. Nada de dejarlo apuntado en un papel que se pueda perder. Así te aseguras de tenerlo siempre a mano cuando lo necesites.
Hoy en día hay candados sin llave que funcionan con huella, código digital o con el móvil. Son muy prácticos y evitas el problema de la llave directamente. Los hay para taquillas, bicis, trasteros o lo que necesites, y no hace falta gastar una fortuna.
Perder la llave de un candado o que se quede atascado es algo que nos puede pasar a cualquiera. En esos casos, saber cómo abrir un candado sin llave puede venirte genial para salir del paso, siempre que el candado sea tuyo y lo hagas con cabeza.
Eso sí, no todos los métodos valen para cualquier tipo de candado, y muchas veces, intentar forzarlo sin tener ni idea acaba saliendo peor. Si ves que es un candado más resistente, no se abre con lo básico o te da miedo cargarte algo, lo mejor es dejarlo en manos de un profesional o de tu empresa de seguridad.
En Bambai, sabemos que los sistemas de seguridad para casa también son eso: poder contar con alguien cuando algo falla. Por eso ofrecemos alarmas sin permanencia, con precios claros, sin líos, y con soporte 24/7 para ayudarte en lo que necesites. Porque proteger tu casa, tu negocio o lo que te importa no debería ser complicado.
Si te ha tocado buscar cómo abrir un candado, puede que sea buen momento para plantearte prevenir en lugar de ir siempre a la carrera. Nosotros te lo ponemos fácil: sin permanencias, sin instalaciones raras y sin tener que comprar el equipo.